PRIMER PÁRRAFO.
En
el ámbito educativo, la incorporación de las tecnologías está relacionada con
dos ideas centrales. La primera, el papel de las tecnologías en el proceso de
socialización que apunta a la democratización del conocimiento y que por lo
tanto lleva a resignificar la realidad planteando problemas inéditos de orden
epistemológico. La segunda, su vinculación con el proceso de aprendizaje y que
en consecuencia lleva a situar el fenómeno educativo en un contexto social
definido y al desarrollo de competencias que permitan la selección y
utilización de la información, lo que implica la redefinición de los roles del
educador y educando.
Para
el logro de estos objetivos, se han destinado importantes recursos económicos y
humanos. Ejemplo de ello son las cifras que indican que aproximadamente el 75
por ciento de la matrícula escolar del país tiene acceso a Internet y la
mayoría de estudiantes de primaria son beneficiados a través de la
implementación de nuevas prácticas de enseñanza y aprendizaje con el empleo de
TIC en aula, el desarrollo de programas de competencias digitales docentes y la
incorporación de Modelos de Informática Educativa (aprendizaje interactivo de
las ciencias, modelo de integración TIC para la comprensión lectora entre
otros).
Algunas
de las líneas de investigación más exploradas focalizan sus objetivos
científicos sobre las innovaciones pedagógicas que se realizan con TIC (Kozma y
Anderson, 2002; Van Melle, Cimellaro y Shulha, 2003). También es posible
encontrar trabajos sobre el potencial de las TIC en el aprendizaje, donde se
traslada la atención hacia los procesos de integración de las TIC en los
sistemas y organizaciones educativas, surgiendo el concepto de buenas prácticas
sobre el que se articula gran parte de las políticas educativas (Chacón, 2003).
Boza,
Toscazo y Méndez (2009) estudian la implantación e integración de las
tecnologías en los centros y las clases, y determinan qué es lo que los
profesores hacen en los contextos escolares con las TIC para cambiar el
currículum y los aprendizajes, bajo el supuesto de que toda respuesta educativa
(comportamiento) se origina de una idea o concepción de la enseñanza de las TIC
que ha sido construida previamente a partir de las experiencias del sujeto.
SEGUNDO PÁRRAFO.
Sanhueza,
Rioseco, Villegas y Puentes (2010) señalan que los cambios de la sociedad del
conocimiento impactan fuertemente en las concepciones (conocimientos y
creencias) de los profesores, quienes tratan de compatibilizar exigencias
personales con requerimientos admitidos socialmente. Es decir, por una parte
exigencias que proceden de sus propias concepciones sobre cómo debe ser el uso
educativo de las TIC y los recursos que poseen para hacerlo (por ejemplo su
preparación) y, por otra parte, desde perspectivas externas a ellos mismos se
plantean cómo manejar las características del contexto en el que se encuentran
(las herramientas con que cuentan y las posibilidades que ofrece el centro para
su uso).
Investigaciones
señalan que la mayoría del profesorado, en una primera fase de apropiación de
la tecnología, ve en ésta un medio eficiente para transmitir contenidos
instruccionales a los estudiantes, manteniendo los mismos dispositivos
didácticos que configuran su práctica docente habitual (Buzhardt &
Heitzman- Powell, 2005).
Para que las nuevas tecnologías de la información y la comunicación lleguen a formar parte de los elementos curriculares, y como tales se incluyan en los procesos educativos, se deberá reflexionar sobre cómo queremos que sean las nuevas enseñanzas y planificar cuidadosamente tanto las programaciones como las unidades temáticas a desarrollar. Este supuesto pone en discusión el rol de la actual administración educativa en su función de proporcionar recursos a los centros escolares.
RESUMEN DE LOS PÁRRAFOS DE LAS TIC.
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